INTRODUCCIÓN
En la base de la
identidad del arte islámico se dan varios hechos. Uno religioso, pues el islam
trasciende a todos los órdenes de la vida. Otro político y cultural, pues el
islam ocupa áreas con un pasado cultural, político y administrativo. En un
principio, el arte islámico cuenta tan solo con sus preceptos religiosos,
aceptando el arte de los pueblos que somete. Elementos primordiales serán el
colorido y detallismo de la decoración bizantina y los motivos animados sasánidas.
CONTEXTO HISTÓRICO
1.
Cronología
La historia del
islam arranca en el año 622 con la huida de Mahoma hacia Yatrib (Medina),
conocida como la Hégira. Podemos hacer una distinción entre cuatro etapas
fundamentales:
a.
Mahoma y los cuatro califas electivos
(622-661). No hay apenas manifestaciones artísticas, se reaprovechan
monumentos anteriores y se disponen sencillas explanadas como lugar de oración.
b.
Dinastía Omeya (661-750). Debido al peso
de los nuevos territorios conquistados, el centro de gravedad político se
desplaza hacia Siria, siendo Damasco la nueva capital. Construcción de la
Cúpula de la Roca y las mezquitas de Damasco y al-Aqsa, que sirven de modelos
para las mezquitas aljama, es decir, con sala hipóstila.
c.
Dinastía Abbasí (750-1258). La política
de la nueva dinastía hace trasladar la capital a Bagdad, con lo que se
introducen las llamadas novedades iraquíes, cuyo elemento principal es el
antiguo arte de trabajar el ladrillo de la Mesopotamia antigua, junto con
algunas formas particulares.
Durante la
dinastía Abbasí hay una disgregación política que rompe la unidad del islam,
por lo que el estudio el arte islámico se convierte en una multitud de artes
nacionales. De todos ellos el más importante es el que se desarrolla con el
califato de Córdoba, donde el único superviviente de la dinastía Omeya funda un
emirato independiente y después un califato.
2. La figura
de Mahoma
Mahoma nace en
La Meca en el 570 en el seno de una familia adinerada que se arruinará; sus
padres mueren pronto y se verá educado por un tío suyo. Dedicado al comercio,
se casará con Jadich, viuda rica que de permitió dejar su vida como mercader.
Sigue la doctrina cristiana, pero a los 40 años se le apareció el arcángel San
Gabriel y le anunció la necesidad de predicar una nueva religión le pide que
recite el Corán (la oración). En el año 610 empieza a predicar en la zona de la
Meca, ciudad preislámica con adopción múltiple, reflejado en el santuario de la
Kaaba.
Mahoma marcha a
medina (622 año de la hégira), huyendo de la intransigencia mostrada por su
predicación. comenzando en este momento la cronología del arte islámico e
inició un proceso de expansión político-religioso que desemboca en los
posteriores imperios. En el año 622, el de la Hégira, Mahoma se instala en Medina.
Allí se construye una casa. La oración la hace en una explanada suburbana que
se llama la musalla. La mezquita será la trasposición de la musalla al espacio
urbano. La palabra islam significa «sumisión» del creyente ante la voluntad de
Dios. Es la religión del libro: el Corán.
Antes de su
muerte (632), acabó con las demás religiones de La Meca, salvo la Kaaba (piedra
negra meteorito), que será el centro de peregrinación de todo el mundo
musulmán, porque según su doctrina no era un ídolo más, sino una fundación
directa de Abraham (con su hijo Ismael) justificando la aparición del
islamismo.
3. Evolución
política del islam
Dentro de la
península arábiga hay que destacar dos regiones: Yemen con antiguas culturas
hidráulicas y al norte el Hiyaz con la Meca. La atomización política se
corresponde con el culto a numerosas deidades.
Desde la
península arábiga se van a extender los musulmanes por todo Próximo Oriente,
por el norte de África y la Península Ibérica, hacia Oriente llegan hasta la
India, Indonesia y Filipinas, por el norte ocupa el antiguo Imperio Bizantino y
llega por los Balcanes hasta el Danubio. La expansión fuera de arabia se inició
con los primeros sucesores de Mahoma, familiares y amigos íntimos que siguieron
las doctrinas del profeta Abu Bakr, Omar, Otman y Alí, conquistando Siria e
Iraq (633-640), Egipto (642) y Persia (637-651).
Primero hay una
unidad religiosa y política. Dependiendo primero de La Meca, luego de Damasco y
después de Bagdad. Allí donde se instalan los musulmanes llevan sus creencias
religiosas, e integran las tradiciones de lo preexistente en la región. De esta
manera el arte islámico es a la vez que muy diverso, uniforme por tener unas
claras señas de identidad propias.
La primera
crisis interna o «fitna»
se produce cuando el gobernador de Siria Moawiya, reclamaba el título de
califa, y desembocó en la aparición de una dinastía, los Omeya de Damasco, que
llevaron el califato a su máxima expansión. Conquistan la Transoxiana (705)
alcanzando su límite septentrional en el Mar Negro, llegando al valle del Indo
(710), conquistan la Península Ibérica (720) y son frenados por los francos en
la Batalla de Poitiers (732), alcanzando el punto más extremo de su
conquista por el noroeste cuando llegan a Tashkent. La unificación del
territorio se hace a base de tres supuesto: la lengua (árabe), la religión
(islam) y la moneda (dinar).
La segunda «fitna»
provocó la aparición de una nueva dinastía controlando el califato, los abasíes
de Bufa, en la figura de Abu-El Abbas, quien estaba emparentado con el profeta.
Una de sus primeras actividades fue la de fundar una nueva capital Madinat
as-Salam (Bagdad), iniciando un período de estabilización y de esplendor
durante el siglo VIII, no exentos de gran número de sublevaciones e
intentos de autonomías dentro del califato. Durante este período aparecieron
dinastías que intentaron establecer poderes autónomos por todas partes: los
samaníes en Korasan y Transoxania, los ziyaríes a orillas del Caspio, la
dinastía tuluní en Egipto, los aglabíes en Ifriqiya (actual Tunez) y los restos
de la familia omeya en Al-Ándalus.
Entre los siglos
XI y XVII el imperio musulmán se disgrega, el califato abbasí siguió sufriendo
rebeliones internas y guerras civiles, que fueron poco a poco debilitándolo, lo
que llevo a una nueva fundación, una nueva capital cerca de Bagdad, Samarra.
En Al-Ándalus,
almorávides y almohades muestran la adaptación del arte a los vaivenes
políticos y religiosos. Sorprende la capacidad de hibridación del arte mudéjar.
En la zona oriental destaca la zona iraní con sus cúpulas bulbosas y edificios
coloristas.
Durante el siglo
IX el califato Abbasí siguió sufriendo rebeliones internas y guerras civiles
que fueron poco a poco debilitándolo, esto tuvo como consecuencia la fundación
de una nueva capital, cerca de Bagdad en la ciudad de Samarra.
En el siglo X es
cuando la religión islámica tiene su mayor extensión entre los pueblos
conquistados es cuando se produce la desintegración del califato abbasí. a
partir del 946, los califas se van a convertir en mero poder simbólico y
nominal, que llegará hasta el siglo XIII (mantienen el título de califas, pero
el poder está en manos de otras dinastías)
La preminencia
árabe mesopotámica y persa que se había mantenido hasta el momento, va a ser
sustituida por la bereber en la parte occidental del mundo islámico, y la turca
en la occidental.
Desde mediados
del siglo XI y hasta el siglo XIII, dominarán las dinastías selyúcidas o
selyuquíes en gran parte del territorio islámico; en el siglo XIV serán
sustituidos por dinastías de origen mongol (los timufíes, dinastía iniciada por
el famosos Tamerlán), llegando su poder hasta la aparición del poder turco
otomano ya a mediados del siglo XV, poder musulmán que terminará en el siglo
XX.
En 1453 por fin
toman los turcos Constantinopla. Inician una expansión imparable que hace del
mediterráneo un mar musulmán. En ellos se puede ver el último concepto general
de arte islámico. Suman influencias helenísticas y bizantinas al concepto
europeo de estilo. Surge en Estambul una arquitectura de gran calidad
constructiva con una composición racional y grandiosa, parejo a los ejemplos de
Justiniano.
4. Al-Ándalus
Mientras todo
esto sucede en el imperio musulmán, al-Ándalus va a tener su propia evolución a
partir de la llegada del ultimo representante omeya, Abd al-Rahman I, fundando
lo que se conoce comúnmente como Emirato independiente del Califato de Bagdad.
Será con Ad All-Raman III, en el 929, cuando adquiera además la independencia
religiosa, fundando el califato de Córdoba, que tendrá un siglo de esplendor
hasta el 1031. a partir de una crisis interna el Califato de Córdoba se va a
desmembrar en los llamados reinos de Taifas, pequeños territorios que van a
quedar a expensas de los territorios cristianos del norte, lo que provocará la
llegada puntual de tribus del norte de áfrica, los almorávides, los almohades y
los benemeríes. Finalmente, la península ibérica a partir del siglo XIII solo
quedará un reino musulmán, el Reino de Granada, que se extenderá hasta 1942
FUNDAMENTOS Y
RASGOS DISTINTIVOS DEL ARTE ISLÁMICO
Cuando se
estudia el arte islámico el primer problema viene por el propio término, puesto
que se centra en la religión, pero es además un arte palacial de orfebrería,
relieves, etc. Así por musulmán nos referimos al arte realizado por fieles que
siguen al islam, por y para los musulmanes, pero también realizado para otras
culturas, en el caso de sinagogas y otras iglesias cristianas.
Cuando
estudiamos el arte islámico ya surge el primer problema con la definición del
término islámico, ya que nos centra en la religión, pero también es un arte
palacial, de orfebrería, relieves, etc. Así por «arte musulmán» definimos el
arte realizado por aquellos fienes que siguen al islam, por y para los
musulmanes, pero realmente no es así, pues también encontraremos ejemplos de
arte realizado por musulmanes para otras religiones o culturas, caso de la
sinagogas o algunas iglesias cristianas.
Unidad y
diversidad
Los elementos
que unen y rigen la vida de los musulmanes no crearon en todos los casos un
arte homogéneo.
1.
La carencia de estilo propio inicial hace que
dejen de influir por tradición artística o estilos que había en los territorios
que iban conquistando, que funcionaban como un elemento operativo, dinámico y
enriquecedor, identificando las siguientes aportaciones:
a.
Iglesias paleocristianas de siria (basílica
bizantina de San Juan de Damasco)
b.
Helenismo en todas las regiones que formaron los
Reinos Helenísticos.
c.
Influencia romana de todo el Norte de África.
d.
Las formas constructivas y decorativas sasánidas
en Persia.
e.
Aportaciones arquitectónicas y decorativas de
Bizancio
f.
Influencia estilística y formal de los visigodos
en la Península Ibérica
2.
El segundo elemento que influye en la diversidad
artística es la propia evolución político-social que se desarrolló. La
aparición de importantes variedades étnicas dio lugar a diferentes dinastías, e
introdujeron nuevos centros de poder político y religioso donde emplazar nuevas
mezquitas y palacios.
3.
En enfrentamiento entre unidad-diversidad del
arte islámico, encontramos dos elementos inmóviles y comunes en esta evolución:
a.
El primero es que el arte va a estar al servicio
del poder, poniendo su énfasis en la ciudad donde se asienta.
b.
En segundo lugar, será la arquitectura la que
englobe a las demás artes ya que se convierte en el soporte de la decoración.
La
religión y el arte
El fenómeno
religioso impregna toda la vida por lo que los rasgos esenciales del arte están
relacionados con la fe musulmana, son consecuencia directa del concepto de
divinidad; hasta el punto de no existir la diferencia entre lo laico y lo
sagrado.
En el arte
ocurrirá lo mismo, pues no estará configurado a partir de su fe, del concepto
de divinidad y el influjo que ejerce constantemente el Corán «libro sagrado del
islam» que constituye su credo y también su norma de vida.
Entre las
múltiples consecuencias que esta concepción religiosa de la vida tiene sobre el
arte se pueden destacar las siguientes:
a)
Aniconismo: inexistencia de imágenes sagradas
El
musulmán cree en un dios único, del que solo conocemos sus nombre y atributos,
pero cuya esencia es inaccesible por los sentidos. No hay una prohibición
expresa en el Corán pero si hay algunos versículos que prohíben la iconografía.
Además, esta ausencia de imágenes enlaza primero con la tradición anicónica
judía y, segundo, con que el Corán es un texto recitativo, basado en el
atractivo de la palabra y no se presta a ser traducido en imágenes visuales, es
decir, no es fuente de ilustración gráfica.
Las
prohibiciones en este ámbito serán de reproducir imágenes de Ala (puro espíritu
invisible) y cierta prohibición (no respetada ni en todos los lugares ni en
todas las épocas) de representar a los hombres, pues solo Alá tiene el donde la
perfecta creación. Este rechazo a las imágenes provoca la ausencia de
escultura, solo utilizada con relación a la arquitectura y como elemento para
alegrarla y enriquecerla. Esta prohibición surgió para la arquitectura
religiosa, pero a partir del siglo XI se extenderá a toda la vida.
La
base doctrinal para este aniconismo lo tenemos expresado en un versículo del
Hadith de Mahoma: «Guardaos de representar ya sea al señor, ya sea a los
hombres (…) Y no pintéis más que árboles, flores y objetos inanimados»
b)
Importancia cultural de la lengua árabe
Al
ser la lengua de revelación divina, la palabra es un atributo de Ala, su
escritura se hace visible para la palabra de Dios. De este modo el calígrafo se
convierte en le artista de mayor consideración social y las inscripciones en
árabe juegan en el arte islámico el papel equiválete al de las imágenes en el
arte cristiano.
c)
Tendencia a la estilización
La
concepción de la divinidad por la cual Dios es el único ser que existe por sí
mismo, el único que permanece implica una concepción de la naturaleza en donde
las cosas no existen por sí mismas. El arte occidental, siguiendo los
principios aristotélicos, tiene como función la imitación de la naturaleza: por
el contrario, el arte islámico prefiere lo no figurativo, rehúye realizar una
obra viviente y prefiere lo geométrico, lo epigráfico y la tendencia a la
estilización.
d)
Estética de lo mudable o mutabilidad
Según
la concepción religiosa musulmana, solo Dios permanece, todo lo demás cambia.
Por ella a diferencia del arte que desarrollan las culturas clásicas las
relacionadas con la religión cristiana, la función del arte será resaltar la condición
efímera y mudable de la naturaleza y de las formas artísticas, lo que se
consigue con múltiples recursos de expresión plástica en los que la luz juega
un papel fundamental. Se pretende que se desmaterialice el muro con reflejos y
juegos de color; otras veces se utilizan, materiales pobres efímeros que se
recubren con una rica decoración; también la repetición y reiteración de
ciertos recursos estilísticos, provocan una sensación de movimiento y
agitación, llenado todo el espacio (horror vacui).
a.
Los recursos donde el juego de luces y sombras
dan la expresión estética de los mudable son:
o
Articulación del miro en varios planos y
abigarramiento ornamental. El muro islámico es donde la decoración es resaltada
sobre el fondo, permitiendo que las formas se muevan constantemente.
o
Juego de brillos a través de la utilización de
la cerámica y la musivaria. La cerámica vidriada brilla, reluce y da luz, estos
recursos acentúan el efecto de incorporeidad, las formas carecen de peso,
pierden materialidad, aparecen mudables por el efecto de la luz.
o
Juego de entreluces a través del uso de las
celosías. Permiten ver sin ser visto, protege de las miradas exteriores el
mundo interior sagrado; proyectan un manto de sombras sobre la ornamentación
que por efecto de la luz hacen que todo pueda cambiar y desaparecer. Nada es
permanente salvo Dios.
b.
Lo mudable a través del uso de materiales pobres
en su aparejo: el ladrillo, el yeso o el estuco (cal, polvo de mármol y yeso).
Se consigue la inmaterialidad arquitectónica y por tanto, la apariencia
evanescente y mudable de las construcciones musulmanas.
c.
Otra forma de expresar la naturaleza mudable de
la realidad es la disposición reiterativa y representativa de los elementos
decorativos, multiplicándose hasta el infinito. De esta repetición, unida a la
densidad ornamental citada anteriormente (horror vacui), contribuyen a generar
ese efecto de movilidad y agitación espacial que expresan la mudanza de la
realidad.
El Corán no
establece un lugar concreto para rezar (su aparición no se puede asociar al Corán)
pero lo que si tiene claro el musulmán es que no necesita nada para rezar, solamente
ha de orientarse a la Meca.
La oración es
simple e imprescindible que el viernes, a medio día, se reúnan con los demás
para rezar (de ahí surge una necesidad de crear un lugar para rezar todos juntos).
Los primeros lugares de rezo que aún se pueden encontrar son las musaias, lugar
al aire libre, con una piedra orientada
a la Meca; con el tiempo se hace un edificio para esa situación destinando unos
de sus muros como lugar hacia donde orientar el rezo.
Obligaciones
básicas del musulmán:
1-
La profesión de fe
2-
La oración en dirección a la Meca (cinco veces
al día)
3-
Ayuno en el mes de Ramadán
4-
Limosna y compartir los bienes con los pobres
5-
Peregrinación a la Meca
La oración debe
realizarse cinco veces al día, en un lugar orientado a la Meca, el viernes a
medio día debía hacerse en comunidad, y debe ser dirigida por el jefe de la comunidad,
el director de la oración: el imán.
Principios
fundamentales del arte islámico
La decoración en
la estética musulmana se fundamenta en el principio esencial de la
ornamentación: todo está revestido de decoración. Es lo esencial y primordial,
domina y oculta a la estructura. Aparece en todas las superficies: suelos,
muros, techos, mobiliario, alfombras, etc. En la decoración la esencia es el
ritmo «como la música en la recitación del Corán», de carácter repetitivo de
los mismos motivos. No crece organizándose sino por adición. Esta ornamentación
se produce en un arte de equilibrio, sin tensiones, transmitiendo sensación de
reposo, de armonía interior. El espectador queda suspendido en la contemplación
de un ensueño fuera del mundo.
En realidad, son
un número muy limitado de formas, pero que se utilizan de forma repetitiva e intercalada,
creando estructuras decorativas muy complejas. El vocabulario decorativo
islámico se reduce a la caligrafía, la decoración vegetal y geométrica y,
escasamente, a la figuratica. Todas estas formas se combinan para formar un
único, se mezclan de forma rítmica con diseños geométricos o arabescos.
Iconofobia.
Con los Omeyas encontramos representaciones figuradas similares a las del
repertorio civil del cristianismo oriental. La iconofobia se fragua en época
abbasí. La escuela teológica Mutazila, basándose en el razonamiento
cristiano-aristotélico, pretende purificar el Corán de interpretaciones
simplistas, es decir, popular y antropomórfica. La escuela toma cuerpo en el
primer tercio del siglo IX, abriendo un desierto iconográfico hasta el siglo XIII.
Se inventan las tradiciones o ahadit donde se insiste en la idea de que quien
crea imágenes comete el sacrilegio de parangonarse con el Creador. La tendencia
anicónica obliga al artista a volcar su creatividad en el color, pero obviando
el claroscuro, porque la tradición vedaba las sombras. Dominan verdes y azules
con fondos oro. En Al-Ándalus se siguió la ortodoxia sunni maliki, pero por
contacto con los reinos cristianos aparecen temas figurados en la Córdoba del
siglo X. En oriente a principios del siglo XI aparecen ilustraciones figuradas
en los libros. Estas representaciones se reducen al ámbito privado.
Tipos de
decoración:
Geometría. Una parte sustancial de la expresión viene guiada por pautas planas o tridimensionales, constituidas por lados, vértices y elementos de simetría de figuras complejas, pero siempre precisas, repetitivas y exactas: polígonos y poliedros regulares. En algunos edificios la geometría tridimensional domina toda la obra, como en la Cúpula de la Roca. A fines del siglo IX en Nisapur aparecen unas pequeñas formas prismáticas llamadas mocárabes, conocida en Europa como arabesco. En Córdoba aparece una decoración vegetal geometrizada que se llamará ataurique. También hay que destacar las tramas de rombos mixtilíneos.
La composición geométrica
se utilizó para evitar cualquier representación humana de la Divinidad, es como
la representación infinita de Ala. La armonía del mundo se representa en la
diversidad de formas entrelazadas, pue en esa complejidad existes una unidad, y
en esa unidad se muestra una la complejidad de la creación.
Procede del
mundo clásico, de la geometría pitagórica y avanza hacia un proceso cada vez
más complejo y sofisticado. Los motivos geométricos tienen como origen
generador el círculo. Se repiten la simetría de formas geométricas y son muy
variadas: estrellas, polígonos, triángulos. En realidad se trata de una decoración
intelectual, con base matemática, pero el fin último es romper el espacio
bidimensional para agradar a la vista y retar al intelecto.
Epigrafía. Además de la geometría, un elemento fundamental es la epigrafía. En letra minúscula «nasji» cubren largos frisos con distintas sunnas extraídas del Corán. De esta forma representan lo más sagrado que hay en la religión islámica, la palabra del Profeta. La mayúscula es la «cúfica». La caligrafía de dedica a la arquitectura o sobre los objetos de arte mueble. Al carácter ornamental de la propia grafía, hay que añadir una función iconográfica, dado que funciona como sucedáneo de la imagen religiosa.
La escritura,
para los musulmanes, tiene un valor sagrado pues representa la palabra de dios,
sustituyendo las imágenes por versículos del Corán. Al otorgar forma visible a
la Palabra revelada, será una expresión artística muy apreciada. Al comienzo del
Corán, Dios todopoderoso «que enseñó al hombre a través de la pluma». Se
diferencian dos tipos de escritura: la cúfica y la naskí. La primera que es de
Kufa lugar en el que fue creada es más angulosa y sobriay la segunda es más
libre y cursiva es la minúscula
Vegetal.
Al principio en el periodo omeya incorpora temas de tradición naturalista
bizantina: hoas de acanto, rosetas, palmeras, hojas de vid y racimos de uvas,
es decir, todo un repertorio de tradición clásica. Posteriormente puede
introducirse cualquier motivo vegetal, al mismo tiempo que se produce un
proceso de estilización. La decoración vegetal estilizada recibe el nombre de
ataurique en el arte andalusí; y e ocasiones puede formar un patrón repetido,
en lo que se denomina arabesco, aunque un arabesco también puede crear la
ornamentación de motivos geométricos tendente a la estilización de las formas.
La decoración vegetal lo inunda todo y no con un fin naturalista, sino para
crear un ambiente irreal y abstracto.
ARQUITECTURA
Características
de la arquitectura
El arte islámico
se va a ir nutriendo de diferentes fuentes artísticas (romanas, griegas,
bizantinas, coptas, persas, visigodas) de los pueblos que fueron conquistando o
con quien se trabó relaciones comerciales. Pero de esa función va a surgir un
arte nuevo, un arte oriental, que se expresará en la arquitectura.
Hay una
tendencia a la horizontalidad, pues los edificios no suelen tener demasiada
altura, hay una clara definición de los volúmenes, con especial predilección
por los cúbicos.
Otro fundamento
de la arquitectura islámica es la integración del paisaje, buscando una
armonía. Al exterior los edificios no reflejan la estructura interna, pero
deben estar equilibrados con el entorno buscando una armonía. Al exterior, los
edificios no reflejan la escritura interna, pero deben estar equilibrados con
el entorno. Esta integración les lleva, especialmente en la arquitectura civil,
a utilizar las fuentes y el agua como una expresión más de la mutabilidad del
arte musulmán.
La decoración se
sitúa casi exclusivamente en el interior, donde es extraordinariamente rica,
con temas vegetales, geométricos y epigráficos. En el exterior solo se cuidan
las portadas y las cúpulas, dando aspectos de fortaleza, sobriedad y con una
clara pretensión de integración.
En lo que se
refiere a los trazados, fueron más rígidos, nítidos y generales cuando la
construcción dependió de la sillería. En los órdenes aceptan el desarrollo
tópico de la columna, incluso la dispersión de proporciones que les ofrece. En
los capiteles surgen variantes regionales siguiendo modelos romanos y
bizantinos. Aparecen los capiteles de pencas, de avispero con trépano o la
incorporación de mocárabes.
Elementos materiales
En la decoración
conviene insistir por su importancia en los mocárabes, sin olvidar las
decoraciones vegetales, geométricas y epigráficas. El material es muy diverso.
El tapial, ladrillo y piedra junto con la cal como conglomerante son la base de
las estructuras islámicas, usando las maderas para las cubiertas. Los
materiales sufren un proceso de empobrecimiento en beneficio de un bajo coste y
una rápida ejecución. Para decorar el interior de las cubiertas es frecuente el
uso de artesonados. Se caracterizan por sus tirantes pareados y autónomos
respecto al reparto de los restantes miembros de la cubierta.
En los soportes
se confió mucho más en la masa de muros y pilares que la concentración de
esfuerzos en puntos determinados. La arquitectura cordobesa manifestó una
fuerte tendencia a emplear cánones estereotipados como los modillones de
rollos, que reducía el efecto vertical del pilar sobre columna.
Los arcos se
emplearon de todo tipo de trazados, sobre todo de herradura (de influencia
visigoda), con algunas variables según la época en la que se realizó. En ocasiones
se realiza un arco de herradura apuntado también llamada arco de herradura túmido,
arcos lobulados, poli lobulados (con número impar de lóbulos a partir del siglo
X), arcos de medio punto de tradición clásica, y desde el siglo XIV de medio
punto peraltados y arcos angrelados (con muescas en el intradós), arcos falsos
de mocárabes y mixtilíneos. Las largas tiras de arcos en las mezquitas
obligaron al uso de tirantes, a veces de forma ortopédica. En Córdoba se
solucionó el problema con la doble arquería. Elemento característico en Al-Ándalus
será el alfiz que dio estabilidad visual al arco. Las bóvedas repiten similares
falseamientos a los de los arcos. Dan dos soluciones, formar entramados de
nervios dibujando un polígono tridimensional, y simplemente incluir mocárabes.
Otra característica
de los arcos e la tendencia a una decoración por alternancia de dovelas de distintos
colores, de clara inspiración prerrománica europeo y bizantino, combinación de
arcos entre sí, del mismo tipo o de tipos diferentes, generando un sinfín de
posibilidades decorativas. El alfiz es otro de los elementos que se utilizan para
enmarcar el arco este a veces se extiende rodeando la portada
La mezquita o
Masyid
En poco tiempo
el islam se expande por Siria, Palestina, Persia y Egipto. Masyid significa
lugar santo. En el más estricto sentido, el islam posee tres tipos de masyid:
1.
Masyid al Haram o mezquita sagrada de la Meca
2.
Masyid al – Nabawi o mezquita el profeta en Medina.
3.
Masyid al- Aqsa o mezquita lejana en Jerusalén.
Pronto paso a llamarse
de este modo a la morada de Mahoma en Medina, lugar donde el profeta procedía a
orar rodeado de sus amigos y fieles. Este lugar de oración fue rápidamente
imitado paa practicar las mismas funciones, por lo que todas ellas pasaron a llamarse
masyid o medquita.
Al principio,
para la oración del viernes ocupan distintos edificios públicos o acotan
espacios despejados que servirán para la oración y como campamentos militares.
El Profeta condenaba que se gastara el dinero del creyente en construir
templos, pero al entrar en contacto el islam con culturas que poseían ricos
monumentos religiosos, pronto emprenderán la construcción de impresionantes mezquitas.
El profeta
empezó a rezar en su casa (de planta cuadrada). En el patio había unas dobles
palmeras (con palmas encima), para resguardarse cuando hablaban de temas
políticos. Cuando rezaban, se llamaban a gritos, el viernes a medio día, para rezar
juntos.
En esta leyenda
de puede establecer la estructura de una mezquita, de planta cuadrada o rectangular,
con la mitad cubierta y la otra mitad sin cubrir, un muro orientado a la Meca,
hacia donde oran los musulmanes (este muro no tiene necesidad de tener más que
un símbolo distintivo, que puede se un nicho o habitación) y un lugar donde el muecín
debe subirse para llamar a rezar (almiar).
Partes de la
Mezquita
La estructura de
una mezquita es simple, se dijo que se había tomado como modelo la casa del
profeta o incluso la planta basilical o que la planta dependía de la sinagoga.
Se accede por varias puertas a un
-
Sahn patio descubierto, generalmente rodeado de pórticos
que garantizan sombra.
-
Riwaqs pórticos laterales que rodena el sahn
-
Haram sala hipóstila que cubre el oratorio con
cubierta adintelada.
-
Quibla Muro orientada hacia la meca
-
Mihrab pequeño nicho abierto o habitación en el
muro de quibla. Marca un lugar sagrado, elemento simbólico que indica el lugar
en el que Mahoma oficiaba como imán de Medina. No es un ámbito sagrado en sí,
lo sagrado es el lugar hacia donde indica. El primero fue hecho por artistas coptos
en la mezquita de Medina (de forma absidal)
-
Mimbar. Púlpito de escalones, situado a la
derecha del mihrab, generalmente de madera, donde se sube el Imán y se
pronunciaba la jutba o sermón, que políticamente era muy importante porque se
mencionaban a los gobernantes y soberanos como muestra de autoridad. Tiene un elemento
particular, el imán no puede subirse al último escalón (el más decorado) porque
está reservado para el profeta (símbolo de la cátedra o trono de Mahoma) El
Mimbar más antiguo que se conserva es el de la mezquita aljama de Qairawan del
siglo VII.
-
Midá fuente para las abluciones (sabil)
-
Alminar una torre elevada (alminar) para llamar
a la oración. A esta torre o alminar se sube el almuédano o muecín para llamar
a la oración. Con las grandes dinastías se usan como símbolo de poder: cuanto
más alto y grande, tanto más poderoso. No existe una disposición única sobre su
número y ubicación: en los primeros tiempos eran de forma prismática (quedando
como forma clásica para las mezquitas de Al-Andalus y el norte de África) pero
evolucionan hacia tipos variados y estilizados (formas poligonales, circulares,
helicoidales)
-
-
De esta forma quedan fijados los principios
básicos e imprescindibles de una mezquita. En tiempos de Muawiya (658-680) se
delimita un espacio para separar al califa del resto de los fieles (maqsura).
Para que la oración llegue a todos los fieles se dispone un trono elevado
(mimbar) para el Imán. Se puede hacer una clasificación tipológica:
-
Mezquita aljama. De forma rectangular para
resolver los problemas de acceso y visión.
-
Mezquita de planta central. Se inspira en los
martyria paleocristianos.
-
Mezquita en iwan. De origen persa, responden a
un esquema de patio cuyos cuatro lados se cierran con exedras u hornacinas
abovedadas.
-
Mezquita moderna o de cúpula. Presidida por una
gran cúpula que articula la estructura.
La Cúpula de la
Roca, vulgarmente llamada Mezquita de Umar, se termina de construir en 691.
Tiene una enorme influencia del arte bizantino y de los martiria
paleocristianos, debido entre otras razones a ser levantada por trabajadores locales.
De planta octogonal, tiene un doble deambulatorio en torno al espacio donde se
encuentra la roca donde según la tradición sucedió el episodio bíblico del
sacrificio de Isaac, y que es también el lugar desde donde el Profeta subió a
los cielos. La cúpula es de media naranja, dorada al exterior y al interior
cubierto de mosaicos con una profusa decoración geométrica, siguiendo el arte
bizantino. Toda la decoración del interior de la cúpula y la exterior
corresponde a las obras hechas en época otomana (1552). La intención que tuvo
el califa Abd al-Malik con su construcción es doble, por un lado contrarrestar
la importancia del templo cristiano del Santo Sepulcro, y por otro lado formar
un nuevo centro de peregrinación más próximo de Damasco.
En cambio, la
Mezquita de Damasco, construida entre 707 y 715, tendrá verdadera trascendencia
posterior. Cuando la ciudad es conquistada por los musulmanes, estos comparten
con los cristianos la iglesia de San Juan Bautista, que antes fue el solar del
templo de Júpiter. Cuando la comunidad islámica crece, se convierte
exclusivamente en mezquita y se aprovechan los muros del antiguo templo romano,
disponiendo el muro sur como qibla, de tal forma que las tres naves son
paralelas al muro de la qibla. A la altura del mihrab sitúan una nave
transversal que se remata con una cúpula. Dispone ya de todos los elementos
fundamentales de la mezquita. Para dar mayor altura a las naves, sobre una
primera fila de columnas, coloca otra superior con pilares (las columnas enanas
actuales son producto de una restauración de 1893). El acceso a la sala
hipostila o haram es a través de un patio o sahn cuadrado cuya forma recuerda a
los foros o mercados romanos. La influencia romana y bizantina es también clara
en Damasco.
En Jerusalem se levante entre el 709 y 715 la Mezquita de al-Aqsa, que inaugura
las mezquitas con naves perpendiculares al muro de la qibla. Se construyen
siete naves, aunque sufrirá modificaciones posteriores. Forma conjunto con la
Cúpula de la Roca, siguiendo el modelo de época constantiniana donde se
combinaban edificios de planta basilical y otros de planta central.
La llegada de
los abbasies supone la entrada de la vieja arquitectura mesopotámica de
ladrillo y sin columnas en el arte islámico. Instalan la capital en Bagdad, y
destaca de entre lo conservado el alminar de Samarra, cerca de la capital, cuya
forma responde a la tipología de torres del silencio mesopotámicas. Tiene forma
de cono con una rampa helicoidal de ascenso. En esta ciudad, habitada solo durante
el siglo IX, todas las construcciones se caracterizaban por las proporciones
gigantescas. En Egipto, Ahmed Ibn Tulum, construye una mezquita fijándose en
las novedades de Bagdad, que se llamará la Mezquita de Ibn Tulum, construida en
el año 872. Esta mezquita abbasí sustituye las columnas exentas por pilares
alargados, su decoración es plana. Los arcos que se abren al patio son
apuntados. La parte superior del alminar es helicoidal, según el modelo de la
mezquita de Samarra.
En el 670 se
funda Kairuan, que integrará todas las conquistas que se hagan hacia occidente.
Durante el siglo IX los abbasíes van a conceder mucha importancia al emirato
independiente aglabí, que sirve como contención frente a los omeyas cordobeses.
La Mezquita de Kairuan, de principios del siglo IX, aprovecha columnas y
capiteles clásicos, sobre los que ponen cimacios que sustentan arcos de
herradura. Los arcos están asegurados con tirantes. Está formada por diecisiete
naves perpendiculares a la qibla, con una paralela junto al muro de la qibla y
la central frente al mihrab más ancha, con lo que tiene planta en forma de “T”.
Tiene influencia de modelos cordobeses y a su vez influirá en las ampliaciones
de la misma mezquita cordobesa.
El palacio
Las residencias
palaciegas quisieron parecer fortificaciones romanas, castillos de planta
cuadrada torreados. Encontramos las ciudades-palacio, pequeñas edificaciones
rodeadas de muralla. También los palacios-villa, siguiendo el modelo romano de
residencia en el campo. Cada patio define un conjunto funcional concreto. Se
divide en tres partes, la parte reservada para las visitas, llamada mexuar, la
parte destinada a la vida privada, el harén, y una tercera parte dedicada a los
actos públicos y celebraciones. Abundan los jardines. La austeridad del
exterior contrasta con la riqueza decorativa del interior. Los huecos
exteriores son escasos, destacando los balcones volados, de madera, con
celosías. Podemos encontrar decoraciones con animales, como sucede en Qusayr
Amra (Jordania), donde las paredes cuentan con mosaicos de temas de caza o el
Patio de los Leones de la Alhambra.
ARTES
DECORATIVAS
La práctica
inexistencia de escultura en el arte islámico, el fuerte decorativismo y el
refinado modo de vida, hacen que el arte islámico tenga en las llamadas artes
menores, un capítulo destacado.
La cerámica tuvo
un gran desarrollo porque se empleaba como cubrición de los pobres paramentos
en los edificios y servía para fabricar lujosas piezas para los palacios. Es de
gran importancia el desarrollo de la cerámica vidriada y el reflejo metálico.
La renovación técnica que llega de la mano del arte islámico es muy importante.
La técnica minai consiste en la cocción a distinta temperatura de los colores,
permitiendo la policromía bajo barniz. La cuerda seca, agilizó la fabricación
de azulejos que podían cocerse una sola vez sin que los colores se corrieran.
Hubo muchos talleres importantes, pero destaca la cerámica de Kashán, en
Persia, donde combinaban el reflejo metálico con el azul y el amarillo. Allí los
contactos con China por la Ruta de la Seda permite la llegada de técnicas y
operarios que renuevan la cerámica islámica. En Siria el principal centro
productor fue Raqqa. Ya en la época moderna destaca la cerámica Iznik, de los
otomanos, que incorpora en su barro polvo de mármol, produce objetos muy
resistentes y pesados. Además el alto contenido en sílice permite una perfecta
vitrificación y un colorido brillante. La influencia de la cerámica azul y
blanca Ming es evidente en la decoración.
El vidrio tendrá
un gran desarrollo por ser empleado para las lámparas de las mezquitas. Tenían
una decoración esmaltada en frío. La boca en forma troncocónica invertida,
uniéndose a otra parte globular con una base. Había unas asas dispuestas en el
cuerpo globular para poder suspender la lámpara con cuerdas. Los talleres de El
Cairo fueron los más importantes, renaciendo allí la técnica del tallado del
vidrio, olvidada desde la Antigüedad.
La madera era
empleada en las mezquitas para cubrir las techumbres, formando complicados
artesonados. Piezas geométricas que se iban enlazando y falseaban las formas
estructurales. Es importante también para diversas partes de la mezquita como
la maqsura, el mimbar. Una de las grandes aportaciones es la taracea. Técnica
consistentes en embutir sobre madera maciza, otras maderas de distinta
tonalidad o pequeños trozos de hueso y nácar.
Los tejidos
fueron muy apreciados en occidente, y una de las manufacturas más importantes
en el mundo islámico. La calidad técnica es altísima y es frecuente la
incorporación de hilos de oro que pone estos objetos al alcance de muy pocos.
Las alfombras tienen una importancia ritual porque se utilizaban para realizar
las cinco oraciones diarias. Además de estas, que eran de pequeño tamaño, las
mayores cubrían los suelos de las mezquitas. La decoración se geometriza hasta
el extremo de ser irreconocibles los motivos. Suelen tener un motivo central y
numerosas cenefas. Se hacían tanto de lana como de seda.
EL ARTE ISLÁMICO
ESPAÑOL
Los musulmanes
llegan a la península Ibérica en el siglo VIII y desaparece el último reino
musulmán, el de Granada, a finales del XV. Durante este tiempo se desarrolla un
arte islámico de gran riqueza, que dejará una fuerte impronta en el arte
cristiano peninsular medieval y moderno. Tendrá una prolongación en el conocido
como arte mudéjar, que mantiene las técnicas constructivas islámica pero sobre
estructuras propias del arte cristiano.
Época cordobesa (711-1031)
Aunque políticamente se divide tres (emirato dependiente, emirato independiente y califato), desde el punto de vista artístico puede considerarse como un periodo homogéneo, marcado por las convenciones propias del arte omeya. En un primer momento hay un reaprovechamiento de materiales procedentes de tiempos romanos y visigodos. Más adelante se va a ir configurando un arte propiamente andalusí. El monumento más importante de este momento es la mezquita de Córdoba.
Cuando los
musulmanes llegan a Córdoba comparten con los cristianos el uso de la iglesia
de San Vicente. Ya en tiempos del primer emir independiente, Abd
al-Rahman I los musulmanes se quedan con la iglesia para construir en su solar
una mezquita aprovechando para ello las columnas y capiteles de esta. Las obras
se desarrollan entre el 786 y 788. Se proyecta una mezquita aljama, con once
naves perpendiculares al muro de la qibla, siendo la central que desemboca en
el mihrab más ancha. El muro de la qibla está orientado hacia el sur, quizá
señalando el camino para peregrinar a La Meca o por influencia de las mequitas
sirias que se orientaban hacia el sur. Incorpora un elemento característico que
es la doble arquería para ganar altura y evitar el atirantado. Hay una columna
con capitel y cimacio, del cual arrancan arcos de herradura y encima unos
pilares de los cuales salen arcos de medio punto. Los arcos combinan la piedra
blanca y el ladrillo rojo, resultando un juego bicromático en las dovelas. Los
elementos constructivos son de origen romano y visigodo, con diferentes
dimensiones. Sobre las columnas se colocaron cimacios para igualar las alturas
y los modillones de rollos para contrarrestar el efecto vertical de columna y
pilar superpuestos. El constante aumento de la comunidad islámica cordobesa
obliga a sucesivas ampliaciones. Abd al-Rahman II, en 848, derriba el muro de
la qibla y prolonga las once naves hacia el sur. Esta ampliación es la peor
conservada, pues la mayor parte de su espacio está ocupado por la catedral
gótica de Córdoba que se hizo dentro de la mezquita. Abd al-Rahman III amplia
el shan y construye un nuevo alminar (del cual hoy solo se conserva una parte
tapada por obra renacentista) entre 951 y 952.
La ampliación
más importante es la de al-Hakem II, entre 962 y 971que prolonga las naves
hacia el sur y construye la actual qibla, mihrab y maqsura. Hace venir artistas
bizantinos para realizar los mosaicos, alterna dovelas lisas con otras
decoradas, entrecruza arcos polilobulados y levanta cúpulas con nervios
cruzados que dejan libre el espacio central. La planta toma forma de “T” al
disponer dos cúpulas en el inicio y final de la nave central y otras dos a los
lados de la que queda frente al mihrab. La ampliación de Almanzor, 987-988, es
simplemente cuantitativa, incorporando ocho naves más y repitiendo el
repertorio decorativo de la forma más simple.
La obra civil más importante del momento es Medina Azahara, la gran ciudad
palatina fundada por Abd al-Rahman III en 936 y posteriormente abandonada e
incendiada en 1010. Residencia palaciega de los califas, a cinco kilómetros de
Córdoba, hasta ahora se ha descubierto una pequeña parte. Fue el taller donde
se originaron las novedades que luego quedas plasmadas en la ampliación de
al-Hakem de la mezquita de Córdoba. Saqueada durante siglos, sus materiales se
llevan para otros edificios de Córdoba, Sevilla e incluso norte de África.
Construida con piedra caliza, se cubría este pobre paramento con enlucido
policromado, placas de mármol talladas o escayolas con decoraciones geométricas
y vegetales. De aquí tomarían los trabajadores de la mezquita de Córdoba la
forma del arco de herradura con dovelas que alternan no solo en color, sino en
decoración geométrica.
Durante la época del califato adquieren una importancia capital las artes
decorativas, conservándose muchos objetos gracias al aprecio que se tenía en
los reinos cristianos a muchos de los objetos hechos por los musulmanes. La
eboraria, el arte de tallar el marfil, tuvo en los talleres cordobeses a sus
mejores artífices. Son piezas de ajuar femenino, botes generalmente. Tienen
forma cilíndrica con tapa semiesférica o bien son arquetas rectangulares con
tapa en forma de piramidal truncada. Su decoración es vegetal, animal y
epigráfica. Tuvieron mucha importancia en el desarrollo de la talla románica en
la península. La cerámica tendrá especial interés por la realización de las
piezas decoradas con verde y manganeso (morado) en platos muy cóncavos y
cántaros de doble asa. Por otro lado, por la importación de azulejos decorados
con cuerda seca y el reflejo metálico, que tendrán posteriormente un gran
desarrollo en el arte andalusí.
Reinos de Taifas (siglo XI)
La debilidad de la capital cordobesa supone la desmembración del califato en
múltiples reinos, hacia los que van a emigrar los artistas que salen de la
Córdoba en decadencia. Hay un empobrecimiento en los materiales que se emplean
en arquitectura, predominando la argamasa, ladrillo y yeso, pero a la vez hay
un enriquecimiento decorativo, sobre en el aspecto vegetal y florido. Uno de
los monumentos principales es la Aljafería de Zaragoza, donde sigue la
tradición cordobesa e incorpora el arco mixtilíneo que combina líneas curvas y
ángulos rectos. Esta construcción ha sufrido muchas transformaciones y
restauraciones posteriores.
Dependiente de la taifa de Toledo, hay en el segundo cuatro del siglo XI un
taller de talla de marfil en Cuenca, que tendrá mucha importancia, al ser
continuador del que muy probablemente se encontraba en Medina Azahara y Córdoba
en época califal.
Épocas
Almorávides y Almohades (siglo XII)
Después de la caída de Toledo (1085), algunos reyes taifas llaman en su ayuda a
pueblos procedentes del norte de África. Son dos invasiones sucesivas, primero
los almorávides, que derrotan a castellano-leoneses en Sagrajas (1086), y
después los almohades, que vencen en la batalla de Alarcos (1195). Estos
pueblos de tradición nómada, fundamentalistas y radicales acaban con los reinos
taifas momentáneamente, unificando Al Andalus. Ambos acaban acomodándose y
degerenado en la formación de nuevas taifas. En la batalla de las Navas de
Tolosa (1212) los almohades son derrotados definitivamente y los reinos
cristianos completan la reconquista en apenas cuarenta años, excepción hecha
del reino de Granada.
Los almorávides van a extender la influencia del arte andalusí por todo el
Magreb, siendo de destacar esta en la construcción de las mezquitas de
Tremecén, Fez, Marrakech. Configuran un imperio musulmán a ambos lados del
estrecho. Son sustituidos por los almohades, cuya obra más importante es la
mezquita de Sevilla, de la cual hoy solo conservamos el sahn (actual patio de
los naranjos) y la Giralda, antigua torre alminar. El resto fue demolido para
construir la actual catedral gótica en su solar. Destaca en la Giralda la
estructura de doble torre con rampa de ascenso entre ambas, y ventanas que se
abren en los cuatro lados. Al exterior decoración en tres calles verticales,
las dos laterales con paños de sebka y la central con los vanos de iluminación.
Construida ya durante los años del avance de los castellanos tras la Navas de
Tolosa, la Torre del Oro en Sevilla es otro de los edificios almohades
conservados. De planta dodecagonal formaba parte del sistema defensivo de la
ciudad.
Reino Nazarita
de Granada (siglos XIII-XV)
Por razones
geográficas, dado que estaban protegidos por las altas montañas del sistema
bético, agotamiento del empuje castellano o conveniencia de mantener unas
sustanciosas parias, el reino nazari de Granada mantendrá sus independencia
durante dos siglos y medio más, después del gran avance cristiano del siglo
XIII. Finalmente es sometido al poder castellano después de la larga guerra
sostenida por los Reyes Católicos entre 1480 y 1492.
En la
arquitectura nazarí hay que distinguir dos maneras distintas de construir. Por
un lado aquella eminentemente funcional, de las alcazabas, puertas de murallas
y baños, donde los material son muy pobres, frente a otra ornamentada donde la
decoración oculta lo estructural y predominan como elementos de cubrición los
mármoles y azulejos en las partes más bajas y escayolas
La Alhambra de
Granada es una ciudad palacio. Situada al margen del núcleo urbano pero en
contacto con él. Podemos distinguir dos núcleos diferentes, pero dentro del
mismo recinto amurallado:
A La Alcazaba.
Fortificaciones con fines militares.
A La Casa Real. Edificada
en el siglo XIII, cuando Granada se convierte en capital del reino nazarí.
Distinguimos:
- El Mexuar.
Para recibir a los súbditos e impartir justicia.
- El palacio
oficial, diwan o Cuarto de Comares. En torno al patio de los Arrayanes, da paso
al Salón de los Embajadores.
- El palacio
privado, Harem o Cuarto de los Leones. En torno al patio de los Leones.
La Casa Real se
dispone funcionalmente en torno a unos patios. No existe un centro arquitectónico
delimitado. Así se provoca la sorpresa continua y no se desprecian las
proporciones humanas. Cada patio tiene un eje axial de simetría, no transitable
por tener un estanque, jardín, surtidor o fuente. Es una arquitectura que solo
se percibe mientras se anda.
La decoración
juega un papel fundamental, pues llega a transformar la percepción de la
arquitectura. La pobreza de los materiales requiere su ocultación. Madera para
puertas y artesonados, haciendo lacerías. Azulejo de tradición persa, en zócalos,
con motivos geométricos. Yeso que recubre el edificio con falsos elementos
constructivos. Los calados, celosías y la policromía tamizan la luz provocando
efectos sorprendentes. El agua de los estanques consigue un efecto de reflejo y
otro sonoro, que llega a diversos lugares del palacio. El jardín se inserta en
los distintos puntos de vista que ofrecen los interiores.
La Alhambra es
una síntesis de la arquitectura regia, heredera de la arquitectura helenística
y romana. Es un monumento singular, donde las formas son perfectas, ya que son
usadas con plena consciencia de sus posibilidades. La Alhambra alcanza su valor
estético merced a cuatro rasgos:
A Cada unidad del palacio
está concebida para ser vista, apreciada y usada desde dentro.
A Las formas alcanzan una
gran sensualidad a través de líneas y perfiles sinuosos de las superficies en
movimiento.
A La emoción estética que
produce alcanza su mayor cota en los ámbitos de uso privado.
A Los diseños ornamentales,
geométricos y lógicos obedecen a leyes matemáticas pero evocan sensaciones de
hechizo.
BIBLIOGRAFÍA
BORRÁS, G., El
Islam. De Córdoba al Mudéjar, Introducción al Arte Español, Madrid, Silex,
1990.
GRABAR, O.: La
formación del arte islámico. Madrid, Cátedra, 1984.
HOAG, J.:
Arquitectura islámica. Colección Universo de las formas. Madrid, Aguilar.
PIJOAN, J.: Arte
islámico. Summa Artis, vol.XII. Madrid, Espasa-Calpe, 1949